Conforme terminaba el curso 2011-12, me fui convenciendo de que el sistema de evaluación que estaba empleando en mis clases no me terminaba de funcionar por completo. Había varias posibles causas que fui barajando en mi cabeza.
a) Poca coherencia entre la realidad del trabajo escaso del alumnado y el sistema.
b) Disparidad de criterios educativos entre el sistema empleado y el nivel competencial del alumnado que tenía.
c) Flexibilidad limitada que no reflejaba las adaptaciones que yo llevaba a cabo en clase.
d) Reducidad capacidad de mejora del alumnado siguiendo el modelo.
e) Poco provecho en la evaluación de nuevas herramientas empleadas.
Además, en otro orden de cosas pero que tenía implicaciones en lo anterior, encontré:
a) Falta de base de conocimientos básicos del alumnado.
b) Incapacidad en un alto porcentaje para la producción de textos escritos u orales con unos mínimos de calidad.
c) Falta de trabajo diario como rutina.
d) Desmotivación.
El resultado fue que tuve que modificar sobre la marcha mi modelo de evaluación, algo que todo docente debe realizar en su trabajo. Sin embargo, ir sobre la marcha no es algo que me guste, así que nada más terminó el curso sabía que debería reformular mi modo de evaluar porque no conseguía sacar rendimiento efectivo al trabajo en clase.
Competencias y competitividad.
Es un hecho que en el mundo de la enseñanza siempre se tiende a rechazar el concepto competitividad como contrario a la enseñanza, y eso lo considero un enorme error propio de mentes tímidas y acomodaticias. La competencia básica implica competitividad. Desde sus orígenes, si hojeáis las publicaciones europeas educativas en este sentido, está muy claro que el modelo de competencias básicas busca crear ciudadanos con capacidad de producción. Tener competencias básicas es sólo el estadio previo al desarrollo de un individuo competente en un plazo medio y largo en el mundo laboral.
Seguimos considerando la enseñanza como una especie de burbuja de cristal aparte del mundo real. Esto puede resultar iconoclasta, pero...¿de verdad importa que el alumnado conozca la vida de Sancho IV? ¿o los tipos de maquinaria industrial? Puede que para el profesor que imparta esos contenidos sea un momento de glorificarse o de volver a esos tiempos pasados de profesor como prócer del conocimiento. La historia va de otra manera. Es necesario fomentar en el alumnado unas competencias básicas.
Evaluación por competencias.
La evaluación por competencias básicas es aún un tema entre los profesionales de la enseñanza que está teñido de grandes brumas. Por un lado, la corte de pedagogos y demás que predican el modelo competencial como el "no va más" de la enseñanza (como siempre), la Administración estableciendo en su producción legislativa y práctica en los Centros la necesidad de trabajar las competencias básicas y reformulando todo el sistema, Inspección exigiendo resultados académicos para sus estadísticas numéricas sobre algo (competencias) que por naturaleza no es cuantificable al menos para sus intereses, los profesores renegando por considerar la propuesta como otra oportunidad para reducir el nivel educativo (ya bajo de por sí)... Muy habitual es también que aunque la teoría de la competencia básica parece ser entendida por todos los profesionales en realidad parece que cada uno tiene su propio criterio y noción de lo que es una competencia y cómo trabajarla en clase.
En mi caso, como ya sabéis, rehuyo de toda la parafernalia pedagógica (esos términos grandilocuentes e igualmente vacuos) y busco la efectividad. Desde mi humilde opinión, las competencias básicas son un instrumento educativo que implica una finalidad práctica que pueda ser útil en la vida real al alumnado, estableciendo conforme avance éste unos procesos de aprendizaje por niveles hasta que el individuo deja de estudiar (pues se considera la competencia como un conocimiento en constante crecimiento a lo largo de la vida).
En mi Centro, este año, he visto claramente que las competencias básicas, desde un enfoque sin prejuicios de profesor de Secundaria, encarnan una buena oportunidad para el año que viene en mi práctica docente. Eso implica un trabajo real de las competencias, reconstruyendo lo bueno de mi sistema (que podéis encontrar en mis programaciones) y eliminando lo obsoleto.
La Labor del Profesor.
El profesor debe tener claro en todo momento una prioridad: tu modelo es tuyo, créalo y adáptalo a tus necesidades y las de tus alumnos. Detesto la tradición de la Secundaria de coger las guías educativas de las editoriales o el libro de texto como la referencia clave, que como un faro, orienta la labor del profesor. Eso no es más que vender tu calidad profesional a una editorial. Como profesor, escojo, elijo y selecciono los contenidos que a mí me convenzan para adaptarlos y darles una vuelta a mis intereses. Sin esto, la práctica de un profesor pierde sentido.
Este próximo curso, estoy fuertemente decidido a trabajar las competencias básicas en exclusiva, y abandonar el modelo mixto de conceptos, procedimientos y actitudes tradicional (que dicho sea, no sirve para nada para trabajar competencias aparte de estar obsoleto).
Por esto, vuelvo a hacer hincapié en las programaciones. Esto es de perogrullo, pero son fundamentales. Hay que revisarlas y mejorarlas cada año, todas, en todos sus ítems y remozarlas, adaptándolas. Ésa es una labor que me espera a lo largo de Agosto: implementar mis programaciones antiguas con el nuevo sistema de evaluación que estoy elaborando.
MODELO DE EVALUACIÓN POR COMPETENCIAS BÁSICAS.
Evaluación por Competencias Modelo.
Éste es el nuevo modelo que he estado elaborando estos últimos días en mi cabeza y que ahora presento.
COMPETENCIA LINGÜÍSTICA.
Junto a la competencia social con quien comparte porcentaje, Lingüística tiene un peso específico del 60% de la nota.
Los ítems que desarrollaré serán:
- Dictados: dos veces a la semana, diez minutos de duración a comienzos de la sesión.
- Lectura: una vez a la semana, dedicaremos diez minutos para la lectura de un libro específico en el trimestre que tenga que ver con la materia de Ciencias Sociales. De esta manera, procuraremos haber leído tres libros adaptados a lo largo del curso. Lectura incluye también la comprensión lectora como parte fundamental.
- Redacción: A través del trabajo de los Puntos de Control y del Cuaderno de clase, el alumnado desarrollará la redacción escrita de elementos concretos de la unidad didáctica.
- Vocabulario: un listado de vocabulario adaptado será entregado al comienzo de cada tema para su estudio. Se evaluará mediante un control escrito.
- Oral: la expresión oral se trabajará mediante los comentarios de la lectura que hemos realizado semanalmente y en el control oral que tenga lugar por unidad didáctica.
COMPETENCIA MATEMÁTICA.
La competencia matemática es un aspecto más concreto a lo largo del proceso de enseñanza aprendizaje desde el ámbito de Ciencias Sociales, por lo que el trabajo concreto será diferente en función de lo que esté estudiando. Por ejemplo, si estamos trabajando la climatología en 1º ESO y estudiamos las unidades de medida de volúmenes o la oscilación térmica, el apartado de esta competencia se alterará para que quede reflejado en la evaluación.
COMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA.
Aquí se escogerán cuatro o cinco criterios clave referidos a la temática de las Ciencias Sociales, que serán evaluados mediante una prueba escrita específica.
APRENDER A APRENDER.
En el caso del alumnado del que dispongo en mi Centro, considero fundamental el desarrollo de herramientas de trabajo que lo implique a un trabajo diario en casa y el manejo de técnicas de estudio que faciliten lo visto en clase y mejoren sus resultados. En este caso, un modelo claro de cuaderno de trabajo (que incluye el modelo de trabajo de los puntos de control) y el manejo de los mapas conceptuales, serán constantes a lo largo del curso. El peso específico de Aprender a Aprender es de un 25 por ciento de la nota final del tema.
INFORMACIÓN DIGITAL - AUTONOMÍA PERSONAL - CULTURAL Y ARTÍSTICA.
Siempre sujeta a los criterios de flexibilidad y adaptación, estas tres competencias serán fundamentales a la hora de entregar los puntos de control. La capacidad de encontrar información, la responsabilidad individual o de grupo, el análisis de la información obtenida y su expresión por escrito así como la incorporación de elementos artísticos o el trabajo de contenidos específicos de Arte se unen y combinan para una nota que se obtiene desde los puntos de control.