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jueves, 14 de octubre de 2010

El concepto de España (II).

Dejamos a España en los siglos imperiales. Como decía el vídeo que os puse, España había sido el reino que había apostado por apoyar la empresa de Cristóbal Colón, y aquel riesgo, fue compensado con una hegemonía mundial inesperada. Las primeras exploraciones de Colón y las posteriores expediciones de exploración primero y conquista después fueron consecuencias lógicas desde un punto de vista psicológico de la mentalidad de conquista y cruzada que habían teñido las últimas páginas de la Reconquista peninsular. Es por esto que hidalgos, pequeños nobles procedentes de familias venidas a menos y aventureros, decidieran probar suerte y embarcarse hacia tierras extrañas. Así aparecieron figuras como Vasco Núñez de Balboca, Ponce de León, Hernán Cortés o Francisco Pizarro, que para bien o para mal, marcaron el devenir histórico de aquellas tierras conocidas entonces como Indias, hoy América.

España ejerció una labor de correa de transmisión de las riquezas procedentes de América. Casi la práctica totalidad de las mercancías de ultramar (café,azúcar,cacao,tabaco,maíz...)y de las remesas de metales preciosos debían hacer parada obligatoria en el puerto de Sevilla. Esta ciudad, que en un principio, no disponía de atractivos estratégicos para el comercio con Indias (me remito en esto a don Antonio Domínguez Ortiz), tuvo que competir con otros puertos mejor colocados como La Coruña o Cádiz. Sin embargo, su posición interior en un río poco navegable como el Guadalquivir propiciaron que durante un siglo y medio, Sevilla fuese la capital del mundo, casi como Nueva York hoy día. La llegada de oro y plata a la economía europea, escasa hasta entonces de estos metales, y con poca circulación de moneda por tanto, supuso una revolución de precios que estudiada por diversos autores, promovió el desarrollo de las primeras fórmulas de capitalismo, que no analizaré ahora. Quedémosnos por tanto con que el corazón económico de Europa, y quizás, el progreso y avance de las sociedades europeas se encontraba en España. Pero como suele ser habitual en este país, España había sido un reino que no había aprovechado bien ese canal de riquezas, pues no estimuló una industria propia y debido a las guerras y otras obligaciones, el oro y la plata salían del país hacia los bancos italianos, genoveses y alemanes.


Mientras tanto, España, en Europa, fiel defensora del catolicismo, realizó una política de guerras que a la larga sería la herida mortal por la que el Imperio desaparecería. Estas guerras largas, agotadoras y lejanas se iniciaron por la ortodoxia católica de Felipe II, y excepto con las treguas de Felipe III, fueron continuadas con Felipe IV, ya mezcladas eso sí con motivaciones políticas y territoriales. Sin embargo, el papel del ejército español a través de sus gloriosos Tercios hacían de España el poder militar más poderoso de su época. Ya dedicaré un estudio a los Tercios. Este prestigio militar se vería quebrado cuando en Rocroi, las tropas francesas venciesen a los tercios españoles, invictos en un siglo y medio de guerras terribles. Los posteriores tratados (Westfalia y Pirineos) marcarían el fin del poder diplomático español.

A la par que esto ocurría, asistimos a una controversia interna en las fronteras españolas. Felipe II dispone de un poder centralizado cada vez mayor y eso va chocando con las instituciones que los reinos o Españas en los que se divide el país tienen. Famoso es el suceso de Antonio Pérez, secretario del Rey, quien huyó a Zaragoza huyendo de la ira de Felipe II y condujo a éste a asediar la capital maña contraviniendo las leyes y la figura del Justicia Mayor. Esto, no sólo quedará aquí. El Conde Duque de Olivares, años más tarde, preveyendo que el Imperio no se podría mantener sin un ejército organizado y regular, en la que todas las Españas tuvieran parte, intentó sin éxito un sistema de levas que sumado a otras causas, conduciría en Cataluña a un levantamiento campesino durante el Corpus, que será la baza que entonces y aún hoy cierta parte del pueblo catalán esgrime como hecho diferencial respecto de España. No deja de ser curioso que durante un tiempo, Cataluña estuviese bajo la protección del Delfín de Francia tras estos sucesos y que al comprobar los principios del absolutismo que el heredero al trono francés manejaba, abandonase dicho amparo.

Siglo XVIII. El desastre del reinado de Carlos II y su falta de descendencia precipitará la Guerra en España, convirtiendo lo que era una potencia de primer orden en otra de segundo orden en el concierto internacional de la época. España pasaba de ser el poder hegemónico que intervenía en las políticas y destinos de otras naciones para que en esos momentos, sus enemigos tradicionales como Inglaterra o Francia dirimiesen quién sería la nueva dinastía que regiría en el país. Al menos, España logró controlar y mantener sus posesiones ultramarinas, pero también perdía territorios como Mallorca (recuperada más tarde) o Gibraltar (origen de otro de los problemas actuales de nuestro país).

Finalmente, la entrada de los Borbones a principios del siglo XVIII con la figura de Felipe V de Borbón marcará un antes y un después en la percepción que desde el poder se tendrá de la configuracion del país. Si bien los Austrias fueron sensibles a las posibles diferencias entre los reinos, con los Borbones esto no fue así. Sucesores de una tradición absolutista en la que el Rey tiene todo el poder sin cortapisas en forma de fueros o tradiciones arraigadas, Felipe V a través de los Decretos de Nueva Planta decidió establecer uniformidad en el solar español. Gracias al apoyo de sus partidarios castellanos, Felipe V estableció las leyes castellanas como universales, al igual que la lengua y otros usos y retiró las costumbres y fueros de las diversas zonas de España. En el aspecto de la política exterior, la dinastía de los Borbones traerá una política de amistad por lazos familiares con Francia (Pactos de Familia) y una cierta regeneración del poderío naval español, aparte de ciertas prácticas del despotismo ilustrado encarnado por el rey alcalde Carlos III. Pero esa tendencia se vio frenada a fines del siglo. En 1789, subía al poder Carlos IV.

Y 1789 no es una fecha cualquiera.

Seguiremos en otro artículo.

PD: Lo siento, pero tengo que dejaros esta marcha de Semana Santa Sevillana, sobre todo para aquellos que no la hayáis escuchado nunca y que sois de fuera de España. Espero os guste.

martes, 12 de octubre de 2010

El Concepto de España (I)

España es una de las naciones más antiguas de Europa y posiblemente se encuentre dentro de esa misma categoría a nivel mundial. Esta afirmación, muy extendida, es errónea.

La nación española no es tan antigua como se pretende. La nación española aparece en 1812, con la promulgación de la primera constitución en Cádiz, ya que gracias a esta Ley Fundamental, se crearon las bases de España como Estado y Nación modernos. Es por esto que no debemos buscar en épocas previas antecedentes de una nación española. Sería un contrasentido histórico, ya que nuestro concepto de nación, el que se desarrolló durante el siglo XIX y XX, arranca desde las convicciones morales y legales procedentes desde la Ilustración, en base a principios clave como la soberanía nacional y la división de poder, y la Revolución Francesa, como "Los derechos del Hombre y el Ciudadano", recopilación legal de derechos y deberes de los ciudadanos que conformaban una nación y no como súbditos que formaban parte de un reino. Si queremos hablar de una España Imperial, o de la España Medieval, tendremos que tener muy en cuenta que no hablamos de una nación, sino de un reino, que ya fuese más unificado o descentralizado, siempre dispuso de un protagonismo histórico indudable.

Hecha esta necesaria aclaración, me dispongo a haceros un breve retrato de cómo ha sido en líneas generales la evolución de España hasta ser nación en 1812. En tiempos antiguos, la conformación de un Estado con instituciones y administración plenamente funcionales, lo encontraremos en la dominación romana, que entre sus muchos parabienes por todos conocidos, trajo a nuestras tierras la noción de Estado.Al amparo de Roma, se levantaron infraestructuras que contribuyeron a asentar las primeras vías de comunicación de larga distancia en la Península, como la Vía Hercúlea o la Vía de la Plata, se crearon redes de suministro y abastecimiento de agua (acueductos) y se fundaron ciudades o se reformaron otras antiguas procedentes de las sociedades prerromanas. Todo esto, aunado a la implantación de una Administración centralizada y un cuerpo legal claro, dieron lugar a la configuración no de España, pero sí de las provincias que se encontraban en su solar, es decir, provincias como Baética, Gallaecia, Tarraconense...La caída del Imperio Romano y la entrada de los pueblos germánicos haría posible la llegada de los visigodos, quienes traían consigo una cultura rudimentaria y básica, que les hizo ver la necesidad de mantener como se pudiese las viejas instituciones romanas. Sin embargo, la inestabilidad de la corona visigoda y las prematuras muertes de sus reyes a causa de intrigas y mortales disensiones internas propias de jefes tribales, condujeron a que el concepto de un reino unificado, al menos territorialmente, que había logrado Leovigildo con la expulsión de los bizantinos y la dominación de otros pueblos como los suevos fuese al traste.

Los siglos medievales trajeron a España una dicotomía que a la postre y con el tiempo, en el pasado siglo XX, dieron lugar a fuertes polémicas. De un lado, el maestro don Claudio Sánchez Albornoz, que en su parecer, la "esencia" del pueblo español iba ligada a los devenires históricos de los reinos cristianos, mientras que para el filólogo Américo Castro, los invasores musulmanes eran también españoles y que por tanto, la cultura mixta hispanoárabe era un producto tan español como cualquier otro. Ni que decir tiene que las teorías de Castro hoy en día tienen un amplio apoyo institucional y político, pero históricamente, las bases de sus teorías aún son fuertemente contestadas y discutibles.

Lo cierto y verdad es que en los reinos cristianos peninsulares la entrada del Islam y la invasión habían sido motivo para que una vez consolidada su posición de resistencia, se desarrollase el "Ideal de Restauración Neogótico", consistente en la recuperación de España. Ese ideal vertebrará la Reconquista, que supuso no sólo reconquistar las tierras perdidas, sino una Repoblación fundamental de los territorios y la restauración de la cultura cristiana, aun con las mixturas culturales propias de la época (caso del arte mudéjar). Os llamo la atención sobre este aspecto, porque va a explicar el devenir histórico de España en los siglos venideros.

Durante casi ocho siglos, los Reinos Cristianos percibieron la vida como una constante situación de peligro. La guerra era una forma de vida, la lucha y la conquistar un medio económico y eso aunado a la Fe Católica, configuraron en España un sentimiento de cruzada que será el que empuje a los reinos peninsulares, en mayor o menor medida, al avance territorial. Siento decir esto, pues puede lesionar sentimientos nacionalistas, pero todas los reinos peninsulares desarrollaron esto que digo, y si necesitáis ejemplos, no tendríamos más que referirnos a los almogávares de la Corona de Aragón que se buscaban la vida como mercenarios más allá de las fronteras de su reino cuando éste concluyó la reconquista.

Así las cosas, los Reyes Católicos supusieron la primera unidad de España.¿Cierto? No. La unificación de las Coronas castellana y aragonesa no fue en ningún momento territorial. De hecho, las distintas partes que configuraban España en aquellos tiempos disponían de leyes, lenguas, monedas y usos diferentes entre sí. El poder de los Emperadores como Carlos I o Felipe II muchas veces se encontró con problemas derivados de lo anterior. Por todos es sabido como Carlos I tuvo que ir pidiendo servicios a las diferentes Cortes peninsulares y en concreto, trasladarse durante un tiempo a Barcelona para conseguir la finanación que buscaba para su sueño de ser coronado Emperador. O así mismo, la realidad del caso Antonio Pérez y Felipe II. Sin embargo, esto no quiere decir que fuera un Estado Federal, ni mucho menos. En primer lugar, porque este concepto no existía en aquellos tiempos, y en segundo, porque aún así las cosas, España contaba con un ejército permanente unificado (tercios), una diplomacia exterior sólida y un indudable poderío económico.

Los siglos XVI y XVII fueron los años del Imperio Español y de su poderío hegemónico. Evidentemente, la controversia despierta en este punto. Podemos encontrar a defensores de los derechos de los indígenas, revisionistas de la historia de los pueblos precolombinos, seguidores de la Leyenda Negra, hagiógrafos franquistas, nostálgicos confundidos, furibundos enemigos de la explotación esclavista capitalista mercantilista, revisionistas marxistas... es decir, algo muy humano: discutir por todo y de todo. Sin embargo, esto es demasiado extenso y lo trataré con más profundidad en un próximo artículo.

Permitidme sin embargo, un pequeño inciso aquí al final del artículo. Hoy leí en la prensa digital que al Presidente de la Generalitat se le ha acusado de ser cómplice del genocidio en América por ir a los fastos celebrados en Madrid. A mí me resulta algo cómico leer semejante barbaridad, pero ojo, no referido a la cuestión de Indias, muy espinoso, sino porque deberíamos recordar a determinada opción política de Cataluña que gran parte de las riquezas acumuladas por la burguesía catalana madre del catalanismo se originó en el comercio con Indias. No en vano, el tejido conocido como indiano, procedente de las islas del Caribe y manufacturado en las industrias textiles cercanas a Barcelona, fue el principal vehículo de desarrollo técnico e industrial en definitiva.

Os dejo este simpático vídeo de los geniales actores de Mundoficción.

domingo, 3 de octubre de 2010

El Milenarismo (I).


Como un amenazador fantasma, en la Europa cercana al año 1000 d.C, una sombra recorrió todos los reinos que la componían. Se aproximaba el fin de los tiempos, el Advenimiento del Mesías y el Juicio Final. Tal y como se recogía en el Apocalipsis de San Juan, parte del Nuevo Testamento y texto de gran cripticismo y complejidad, Dios volvería a la tierra para depurarla de todos los males y vicios que la asolaban, trayendo una nueva era de paz y purificación. El Apocalipsis era esperado como una especie de catarsis o limpieza del alma, y ante él, la Cristiandad sería sometida a un duro juicio en el que los justos estarían a la derecha de Dios y los impuros, condenados a los fuegos del Infierno.

Justificando todo esto, la Iglesia, poderosísima hasta el extremo en aquellos tiempos ya que controlaba los exiguos medios de comunicación de la época y estaba integrada por las mentes más preclaras y preparadas de su tiempo entre sus componentes, encontró en numerosos detalles y sucesos cotidianos argumentos por lo que se debía pensar que el Fin se aproximaba. Las manifestaciones de enfermedades altamente contagiosas y virulentas, sucesos como quemas de Iglesias o visiones de Santos o de la Virgen alertando sobre la conveniencia de abandonar el pecado y ajustarse a la Fe eran suficientes como para que el Apocalipsis se fuese tomando en serio. Esto se notó claramente en la mentalidad colectiva. El número de ingresos en Órdenes Monacales aumentó y de la misma manera, los actos religiosos. Muchas concesiones y donaciones fueron hechas por familias nobles que temerosas del fuego infernal, intentaban comprar su salvación y su acceso al Cielo. Peregrinaciones espontáneas surgieron y fue habitual observar marchas de flagelantes que iban de un pueblo a otro para conminar a sus habitantes a purgar sus pecados antes del Fin. Desde el punto de vista cultural, la producción literaria se centró en el Apocalipsis y las liturgias y ritos eclesiásticos abordaban el tema con asiduidad. Si a eso le sumamos el aumento de la violencia feudal y las guerras y el hambre consecuente...podemos imaginarnos muchas cosas.

Quizás hoy día, a nuestra "moderna" y "progresista" mentalidad, eso pueda interpretarse como algo infantil, propio de una sociedad atrasada e inculta, fanática. Pero últimamente, estoy observando detalles que sinceramente están dejándose caer entre la población, a través de múltiples canales, de formas directas e indirectas. Respecto a nuestra sociedad de la información, me vienen a la memoria las sabias palabras del maestro Umberto Eco, que señalaba que actualmente la censura no viene dada por un Poder que corta la información desde su origen, sino en que se suministra tal cantidad de información y además contradictoria, que la población no sabe qué creer, discernir lo verdadero de lo falso ni asimilarla.

En los últimos meses, os comentaré por encima noticias que he podido leer, ver y escuchar en los diferentes medios de comunicación:
- 2012: película infumable donde las haya, pero que genera una expectación tan grande que por fuerza casi toda la población debe saber en qué consiste el Apocalipsis.
- Cercanía del asteroide Apophis para 2036.
- El Sol se ha despertado tras un largo letargo y comienza a emitir una mayor radiación solar.
- La radiación solar amenaza con destruir el sistema eléctrico mundial y desencadenar una catástrofe global sin precedentes.
- Se están detectando temblores en el parque de Yellowstone (USA).
- El cambio climático.
- Reaparición de antiguas enfermedades y descubrimiento de bacterias peligrosas entre los hielos de la Antártida, como consecuencia del cambio climático que acarrea la fusión de dichos hielos.
- Pérdida de costas y alteración de las líneas de costa.
- Fin de las energías fósiles.
- Hay miles de cuerpos celestes que pasan cerca de la Tierra y que no están controlados hasta que es tarde.
- ¿Qué hay que hacer si sucede una catástrofe?.
- Consejos para sobrevivir en casos extremos.
- USA y Rusia están preparando un plan secreto para destruir asteroides.
- Y a nivel de la sociedad... ni os cuento, aunque para mí, éstas sí que son apocalípticas y peligrosas.

De entre lo que he dicho anteriormente, hay noticias que tienen visos de veracidad y otras no. Además, como resulta que la Ciencia cada día que pasa se está viendo involucrada en una espiral de autoritarismo y omnipotencia mayor, con grandes dosis de dogmatismo, todo lo que proceda de fuentes científicas, ampliado por los medios de comunicación y su sensacionalismo, parece dar la sensación de ser algo irremediable y a lo que no hay capacidad de réplica posible.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Un poco de orgullo.

Hay momentos en la vida en que uno se encuentra con gente maravillosa. Y en ocasiones, las puedes encontrar al otro lado de la mesa del profesor, en los bancos de los estudiantes. Yo tuve la suerte de conocer a mi ex-alumno, y ahora espero amigo, Mohammed, un chico que es todo un modelo de superación, constancia y trabajo, superando toda clase de adversidades que le haya podido tender la vida mostrando una gran fuerza de voluntad.

Para mí, ha sido un placer y un honor haberle dado clase. Era muy habitual aprender a su lado. Y ver cómo él, al igual que la mayoría de su generación, se acuerdan de uno y encima de buena manera, es un motivo de gran orgullo.

De nuevo,sidi Mohammed, me honran tus palabras "y le estamos eternemante agradecidos por el gran tesoro que nos ha dado: los valores"

Muchas gracias.

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