martes, 14 de septiembre de 2010

CHGA Didáctica.

Mañana comienza el nuevo curso 2010-2011 y las cosas están bullendo de actividad en mi quehacer diario. La verdad es que es una pasada tener la oportunidad de comenzar un nuevo curso, me sigue ilusionando como el primer día, hace cinco años.

Después de la experiencia de formar parte de un tribunal de oposiciones durante los meses de Junio y Julio de este año, aprendí algunas cosas nuevas interesantes que aportaban los opositores, pero al mismo tiempo, contemplé que aparte de una falta de imaginación alarmante (siempre necesaria dentro de los márgenes posibles), existían varios problemas, consistentes en un exceso en el volumen de información que se quería impartir al alumnado en un curso o demasiado idealismo imposible de llevar a cabo en la dura realidad de las cuatro paredes de un aula de Secundaria. Estos son aspectos sobre los que escribiré en los próximos días, pues me parecen de vital importancia, y así de alguna manera puedo ser de ayuda a aquellos lectores de este blog que piensen opositar próximamente.Lo dicho,decidí rehacer mis programaciones.

En mi modestísima opinión, creo que un docente debe ser capaz de revisar cada cierto tiempo el material que prepara y lo que pretende enseñar al alumnado, renovarse y aprender cada día un poco. A mí me queda muchísimo por aprender aún, pero quizás esa sea mi única virtud, la capacidad de querer aprender cada día más, por lo que cuando terminó el proceso selectivo, tomé la determinación de hacer unas programaciones ARTESANALES.Sí, pongo mayúsculas para que se vea claramente, y si pudiera, lo pondría más llamativo.Sea con fallos o con posibles mejoras (la perfección no existe).

Os preguntaréis por qué tanto hincapié en esto, y la respuesta es sencilla. Los músicos cuando comienzan a tocar un instrumento o aún no han dominado su potencial y sus posibilidades, interpretan música con instrumentos fábricados de manera estándar, todos iguales y sin detalles identificativos. Esto es ideal para aprender, pero cuando un músico se desarrolla plenamente es yendo a un luthier o constructor de instrumentos musicales y le da unas indicaciones de cómo quiere que sea el instrumento (si debe tener menos peso, el tacto, la sonoridad, el trasteo...) de manera que el intérprete mejorará exponencialmente su rendimiento pues su herramienta de trabajo ha sido creada expresamente por el, con lo que él necesita. Ahí creo que radica una cierta mejora, cuando el profesor sabe perfectamente qué hacer y lo tiene reflejado en sus programaciones, distinguiendo lo fundamental de lo accesorio.

Como os dije antes, escribiré artículos de didáctica para opositores, pero antes, permitidme que os recuerde que aquellos interesados en la materia, en obtener recursos educativos y demás, tenéis a vuestra disposición www.docentedehistoriarecursos.blogspot.com en el que vuelco todo el material que produzco.

Y un adelanto, Lecciones de Historia se retomará de nuevo.

Nos vemos en las ondas.

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