Mi padre hace unos días me habló de la existencia de un juego que por lo visto, estaba dando mucho de qué hablar. La verdad es que no conocía nada en serio, sólo había oído algunos comentarios aislados y alguna que otra imagen en algún medio de comunicación.Pero ayer compré el juego y realmente, no pude evitar quedarme con la boca abierta al contemplar frente a mis ojos una reconstrucción soberbia de Florencia a fines del siglo XV, tiempo en el que transcurre la acción. El nivel de detalle era increíble, y era realmente emocionante observar cómo el personaje caminaba por las atestadas calles de una urbe que fue la cuna del arte de genios como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel y donde se encuentran algunas de las obras más maravillosas de la Historia.
Hay imágenes que sobrecogen, como por ejemplo, cuando el protagonista del juego, Enzo da Auditore, desde el techo de una casa, observa la cúpula de Santa María De las Flores, o cuando llega hasta la plaza principal frente a Santa María Novella. Detalles como el de estar en el cadalso en la plaza pública y tener por frente al Perseo de Cellini (aunque cronológicamente sería imposible, ya que Cellini vivió durante el siglo XVI) son especialmente interesante para un profesor. La ambientación del juego está en consonancia, ya que por poner otro ejemplo, podemos asistir a la manera en que se comunicaban los principales acontecimientos en aquellos tiempos, por medio de la existencia de heraldos que arengaban desde las plazas a los ciudadanos. La verdad es que da que pensar sobre la utilidad de los videojuegos para aplicarlos a la enseñanza. Podría ser una forma de incentivar a los alumnos al estudio en Historia, pero al mismo tiempo, tendríamos que considerar sus aspectos negativos como la idealización excesiva o el que se haga hincapié sobre determinados aspectos negativos para nosotros hoy día que pudiesen caracterizar mal a la época histórica que estudiamos.
Por cierto, felices fiestas a todos. Espero que os vaya lo mejor posible en estos tiempos inciertos.
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