La Alhambra (I)

A fines del siglo XIII, la situación en Al-Andalus había cambiado. La victoria de principios de la centuria de las armas cristianas en la batalla de las Navas de Tolosa había abierto el camino para la reconquista de la Andalucía islámica. La política de Fernando III el Santo fue hábil desde que al poco tiempo de unificar los reinos de Castilla y León en 1230, se percató de que el número de las tropas cristianas era completamente insuficiente para tomar por la fuerza directamente las tierras que se habían negado a la conquista de su abuelo. Por eso, tomó una política de pactos, apoyando a los reyezuelos locales musulmanes que, con el colapso de los almohades, habían asumido unas competencias desmesuradas que condujeron a guerras intestinas que favorecieron la reconquista cristiana.

Sin embargo, el emir de Arjona, Muhamma Ibn Yusuf Ibn Nasr sería uno de los pocos reyezuelos que logró no sólo mantenerse en el poder a pesar de los cambios, sino que a la postre sería el fundador de la dinastía que haría de Granada y su reino el último reino de la media luna en el territorio peninsular hasta su caída en 1492. Muhammad I sería vasallo de Fernando III de Castilla y León e incluso participaría en la toma de los cristianos de la ciudad hispalense (recordemos que dentro de tres días, será el aniversario de ese momento).

Posteriormente, las relaciones entre Castilla y Granada serán, cuanto menos, ambivalentes. Habrá momentos de grandes tensiones que desembocarán en guerras cruentas con cambios de fronteras seguidos de otros de incluso una buena relación entre ambos reinos. El caso es que, para este artículo, lo importante es saber que gracias a todos estos hechos, hoy podemos disfrutar del patrimonio histórico nazarí, y especialmente, la bella Alhambra de Granada.

Las características de la arquitectura nazarí son muy claras y perfectamente reconocibles, algunas de ellas idénticas a los principios generales que rigen el resto de la arquitectura islámica. Se siguen empleando materiales pobres y de acarreo (en el caso de la Alhambra encontramos el empleo de arcilla en la fábrica de sus ladrillos), el tapial y la mampostería (especialmente en los lienzos de muralla) y la decoración es principalmente destinada al interior y no tanto al exterior. Sin embargo, algunas de las especifidades del arte nazarí lo podemos encontrar en:
- Esbeltez de las columnas nazaríes: sus fustes son cilíndricos, muy delicados, con dos cuerpos en su capitel: uno inferior decorado con cintas y otro superior de forma cúbica con profusión de mocárabes.
- Empleo especial de la cerámica vidriada y el azulejo: con el que se protegen las partes bajas de las paredes, embelleciéndolas.
- Intenso uso de la bóveda de mocárabes: se conoce por mocárabe a una estructura prismática realizada sobre yeso y posteriormente pintada que al componerse de varios de estos cuerpos en superposición daba la sensación de ser un panal de abejas). Este método decorativo se ampliará desde las bóvedas hasta los arcos, tanto en sus caras externas como en sus intradós.

La Alhambra (que significa "castillo rojo") se encuentra situada justamente en el mismo emplazamiento que una fortaleza anterior del siglo IX, y fue proyectada por Muhammad I una vez se proclamó Rey de Granada. Más tarde, con el paso del tiempo, se añadirían múltiples torres, jardines y espacios abiertos que harán de este complejo de palacios una de las joyas arquitectónicas más ejemplares del arte islámico universal.

Para simplificar, diremos que la Alhambra de Granada dispone de tres grandes núcleos: el recinto militar o alcazaba, los palacios o estancias reales y la ciudad completamente autónoma que tenía en sus interiores. Además, tendríamos que subrayar el carácter continuamente innovador de los diferentes miembros de la dinastía Nazarí, que irán incorporando novedades al complejo. Como son muchas, procuraré ser muy esquemático para los lectores.

MUHAMMAD I: Delimita lo que será el perímetro defensivo y situará la Alcazaba en lo alto de la colina para que desde su posición se pueda vigilar los alrededores del palacio y la ciudad, anexionándole un acueducto desde el Darro para garantizar el abastecimiento de agua potable a los habitantes de La Alhambra.

MUHAMMAD II: Principalmente, su labor se concentró trabajar la zona del Generalife, situada en un cerro cercano. EL Generalife será la residencia de verano del califa y su familia.

MUHAMMAD III: Crea la zona de recreo basada en la naturaleza y el uso del agua mediante canalizaciones que da lugar a El Partal.

YUSUF I: Este sultán se dedicó a remozar la edificación militar de la Alhambra, reforzándola con la revisión de puertas y la creación de nuevas torres. Bajo su mandato, se construyen la Torre de Comares y la Puerta de la Explanada.

MUHAMMAD V: Se centró en levantar su propio palacio, conocido hoy día como El Patio de los Leones, a cuyos costados se desarrollan la Sala de los Mocárabes, la Sala de los Reyes, la Sala de los Abencerrajes y la Sala de las Dos Hermanas.

Este primera parte del artículo sobre La Alhambra de Granada está dedicado a mis alumnos y alumnas de Historia del Arte del IES Guadalentín. Fue una maravilla ser vuestro profesor en esos momentos y compartir con vosotros tantas horas de clases descubriendo la maravilla del Arte.