La obra de Donatello le ha hecho ser considerado el más grande de los escultores del Quattrocento italiano. Quizás tenga que ver en ello la enorme evolución de su obra a lo largo de los años, desde el refinamiento y estilización góticos al que rápidamente reaccionó empleando un lenguaje artístico más vigoroso para finalmente tener una enorme fuerza en sus trabajos. Quizás tenga que ver el hecho de que en el caso de Donatello, podemos observar tres directrices básicas de la nueva escultura renacentista de una forma completamente desarrollada y armónica: perspectiva, expresión y desnudo. Sea como sea, lo que es cierto es que estamos ante un genio de la escultura.
En sus primeros trabajos, "San Juan Evangelista" y "David" hechos en mármol, que se conservan en el Museo Bargello de Florencia, en 1409. En esta obra, a pesar de que la influencia del gótico internacional es clara y muy visible, el clasicismo de Donatello aflora. Uno de los detalles de los que hablo será el interés del artista porque la obra impacte en el espectador, en sus sensibilidad, desde cualquier punto de vista sobre la obra. Obedeciendo a ese principio, podríamos reseñar detalles que en un primer vistazo no percibiríamos en la obra de Donatello. Por ejemplo, en San Juan Bautista, podríamos observar la distorsión del torso y la barba, que son muy largos, ya que al ser colocados en zonas altas de la Catedral de Florencia, esos detalles habrían hecho que la figura, debido a la altura, hubiera resaltado menos.
Encargado por el gremio de Pañeros de Florencia, Donatello entró en el taller para realizar un "San Jorge", patrón de las armas, que ya anunciaba detalles que después, más desarrollados, serían claves en la obra de Miguel Ángel (a pesar de que este genio despreciaba a Donatello). Fijáos en la gallardía del joven San Jorge, que en una pose clásica, pero a la vez moderna, presenta su valor mirando sin miedo al frente. El equilibrio compositivo de la figura se refuerza con la Cruz de San Jorge que podéis observar en el escudo.
Entre 1433-1439, Donatello realiza la Cantoría, que se encuentra en el Museo de la Catedral de Florencia. Los niños que bailan entre las columas representan claramente el gusto de Donatello por un clásico dinámico, alejado del estatismo, y que apueste por novedades como las que podéis observar.
Sin embargo, la principal obra de Donatello es evidentemente el "David" de 1440, hecho en bronce, que se encuentra también el Museo Bargello. Hecha para ser admirada en público sobre un pedestal, al aire libre, contemplamos una figura sensual, espiritual... un chico joven, desnudo, que mediante unas posiciones algo raras si lo contemplamos desde un punto de vista clásico y tocado con el típico sombrero de campesino de la Toscana, llama la atención inmediatamente. Como he dicho, y reseñado varias veces ya, el artista del Renacimiento no se dedica a reproducir simplemente el estilo clásico, sino a hacerlo suyo, a modificarlo y hacerlo a los gustos y exigencias propios. Así, el David de bronce es una buena muestra de ello. Donatello tomó la decisión de partir del clasicismo, alejándose de buena parte de sus contemporáneos que se dedicaban a repetir una y otra vez los rígidos patrones escultóricos de Roma o Grecia.
Desde 1443 hasta 1453, Donatello se marchó de Florencia para trabajar en Padua, en el norte de Italia. Allí se lamentó muchas veces de la falta de crítica en Padua, pues en Florencia, esa misma crítica sólo le empujaba a mejorar y perfeccionar su estilo. Será en Padua cuando entre los años 1446-1450, Donatello realice su Monumento al Condottiero Gattamellatta. Basándose en los modelos de estatuas ecuestres clásicos, recupera el espíritu clásico, que aúna perfección y heroísmo. Más tarde, se dedicará a la creación de los relieves y figuras de bronce para el altar de la Basílica de San Antonio en Padua.
Donatello tendrá también sus devaneos con obras que aunque puedan respirar cierto clasicismo, en verdad según algunos autores son "abiertamente anticlásicas". Por ejemplo, "María Magdalena", que realizada entre 1453-1455, demuestra que inspirándose en valores clásicos, lo que el espectador observa es una figura que ya desde su concepción está dirigida a quebrar los moldes de lo clásico. Además, apreciad el acabado de la obra: inconcluso podría ser, sino fuera porque el mismo Donatello la dejó así deliberadamente mediante la técnica del "non-finito", que Miguel Ángel después va aplicar en sus últimas esculturas antes de morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario