MODELO PROPUESTO DE COMENTARIO DE CLIMOGRAMA.
Almería.
IDENTIFICACIÓN.
El climograma, también conocido como climodiagrama o diagrama ombrotérmico, está referido a una zona de la península Ibérica que está bajo el influjo del clima mediterráneo subdesértico estepario cálido, situado en la España Árida. Según la nomenclatura de Köppen, sería BSh.
ANÁLISIS.
Temperaturas:
• Máxima: 27º C.
• Mínima: 11º C.
• Oscilación Térmica: 16º C.
• Temperatura media anual: 18’1º C.
Precipitaciones:
• Primer máximo: Diciembre.
• Segundo máximo: Octubre.
• Primer mínimo: Julio.
• Segundo mínimo: Agosto.
• Precipitación total por año: 227 mms.
Índice de Aridez de Gaussen:
Pm < Tm x 2 } 0 < 27 x 2
Existe aridez a lo largo de todo el año en este climograma, ya que el índice de precipitaciones es inferior al doble de la temperatura media de cada mes en la mayor parte del año.
COMENTARIO.
El clima subdesértico es una variedad del clima mediterráneo español existente principalmente en la zona sureste de la península, desde Adra hasta Gibraltar. La temperatura media es cálida a lo largo del año (18ºC), teniendo máximas superiores a los 22ºC y mínimas que no descienden de los 10ºC. Debido a su elevado índice de evaporación por la fuerte insolación debida a su latitud meridional, podemos encontrar un importante déficit hídrico, y también a las alturas temperaturas (sobre todo en verano) y la falta de un volumen importante de precipitaciones.
Es por todo esto, que dentro de la nomenclatura de Koppen, observemos B (clima seco donde existe un alto índice de evaporación y un fuerte déficit hídrico), S (ya que el volumen de precipitaciones al año es superior a la media de la temperatura media por veinticuatro, en este caso, 18,1 x 24= 434 mm, cuya mitad es 217 mm, cifra superada por 227 mms) y h (ya que la temperatura media anual supera los 18ºC).
Desde un punto de vista climatológico, este clima subdesértico se encuentra determinado por la influencia de varios factores:
• Mediterráneo: que por medio de su acción termorreguladora, no permite temperaturas frescas y que al ser un mar cerrado, fomenta temperaturas altas con mínimas de valores altos, como 10ºC.
• Sistemas Béticos: no permiten la entrada de vientos procedentes del norte, que son vientos húmedos y fríos, aunque estén desgastados por su viaje a través del interior peninsular. Esa es la principal razón por la que las precipitaciones registradas tengan un volumen tan reducido (227 mms al año), lo que clasifica a esta zona como perteneciente a la España Árida.
• Efecto del Anticiclón de los Azores: Principalmente, el centro de acción con mayor relevancia para este clima es el Anticiclón de los Azores, que supone un clima seco y cálido. Es habitual que en la época de mayor calor como el solsticio de verano, las temperaturas suban y que debido a bajas térmicas en el norte de África, se permita la entrada de aire caliente africano que produzca olas de calor en determinada parte del verano.
La flora se basa principalmente en formas de vida esclerófilas y xerófilas, adaptadas a un clima seco y cálido la mayor parte del año. Sin embargo, conviene destacar que el aprovechamiento humano de la agricultura en esta región es elevado, ya que se practican con éxito los Nuevos Cultivos, es decir, el uso de la técnica de invernadero acompañada de otras como el acolchado, el cultivo hidropónico…todas caracterizadas por el máximo rendimiento del agua y de la producción, que se basa en numerosas especies vegetales en las que abundan las hortalizas y la fruta (fresón, tomates, lechugas…). Por otra parte, en cuanto a la fauna, encontramos una fauna adaptada al medio basada en reptiles y aves, aunque la presencia del ser humano ha supuesto un fuerte impacto en los hábitats de dichos animales, modificando sus formas de vida, lo que ha obligado a la creación de espacios naturales, como el Parque Natural de Gata, por ejemplo.
CONCLUSIÓN.
El clima al que se refiere este climograma tiene una fuerte tendencia a la desertización, ya que debido a la acción humana, al escaso índice de precipitaciones y la fuerte evaporación, poco a poco, el desierto comienza a ganar terreno a las formas de vida vegetales autóctonas. Es por esto que existen numerosas medidas desde el Gobierno para paliar los efectos de la desertización, como intentos de reforestación y protección de la cubierta vegetal aún existente.
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