lunes, 12 de diciembre de 2011

Theatre of Tragedy.

En la primavera del año 2003, caminaba por el Parque de Maria Luisa escuchando en mis walkman (qué tiempos aquellos) a un grupo que había descubierto en el pasado invierno. Era un grupo musical noruego, que tenía como característica un cierto toque medieval, con letras en inglés antiguo y tintes góticos. Una mezcla explosiva cuando tenías 20 años, eras estudiante de Historia amante de la Historia Medieval y de la música gótica. Ese grupo se llamaba Theatre of Tragedy, y el disco en concreto que más me obsesionó de ellos, fue "Aegis" que me valió como introductor a la discografía previa, mucho más barroca y progresiva en sus canciones.



Procedentes en su mayoría de Stavanger, Theatre of Tragedy fue el primer grupo de metal gótico que mezcló el género con una imaginería medieval y barroca que lo distinguió como pionero del subgénero del metal gótico neoclásico. La recurrencia a la literatura (a autores malditos como Baudelaire, Rimbaud, románticos, medievales o de terror como HP Lovecraft, Poe...), el gusto por las películas clásicas de terror ("La máscara de la muerte roja") y el arte romántico de Friedrich alimentaban una producción musical distintiva acompañada de una base metálica melódica sobria y efectiva que servía de fondo teatral a diálogos entres dos voces que representaban continuamente una obra magistral. Textos de cierta riqueza literaria, basados en adaptaciones de obras reconocidas de la literatura medieval y renacentista inglesa.

Recuerdo cómo me sorprendí cuando al buscar las letras por la red, estaban escritas en inglés antiguo y gaélico, fascinándome y obligándome a intentar traducirlas con poco éxito debido a la complejidad de los textos. Además, no sólo empleaban el inglés, sino que otros idiomas como el francés o el alemán eran habituales en sus textos. Por supuesto, olvidaros de encontrar mensajes como los de la música contemporánea comercial insustancial y burda. Los versos eran amplios y de desarrollo exquisito, sin estribillos fáciles (incluso podría decir que muchas veces eran inexistentes, pues no aportaban nada especial artísticamente hablando).

Por otra parte, la interpretación de las canciones era exactamente propia de un teatro, en el que la pareja central de actores era encarnada por los cantantes que tomaban escena uno como diablo o narrador (Raymond Ystvan) y otra como doncella o presencia fantasmal (Liv Kristine, bella entre las más bellas...). No era una interpretación diferida, entemdida como unas líneas llevadas a cabo por turnos con la otra pareja, sino que en ocasiones, se entrecruzaban entre sí mensajes diferentes que tenían una musicalidad especial y dotaban al conjunto de una gran belleza.


En el aspecto musical, destacaba la composición de Lorentz Aspen, pianista de conservatorio, que aportaba el toque decadente y melódico que flotaba sobre las pesadas guitarras de sus compañeros y la sección rítmica de Frode Hansen a la batería. Si queréis escuchar algo de este genial teclista, os recomiendo que echéis un vistazo a "And when he falleth" o "A distance there is...".



En el caso del álbum "Aegis", encontramos un Lp compuesto por títulos basados en personajes históricos, míticos o mitológicos de Roma, Grecia o Alemania con un nexo: todos eran mujeres. Así el primer tema, Cassandra, referente a la Guerra de Troya, nos traslada a la profetista, que bendecida por Apolo podía prever el futuro con certeza, pero maldita porque nadie creería nunca en sus palabras. Cassandra predijo el error que suponía dejar entrar el Caballo de Troya en la ciudad, así que imaginad qué disgusto.


Lorelei, combativa y enérgica, salta a nuestros oídos en el segundo corte del tema. Tiempo después para la musa de la representación del arte Aedea llega en el cuarto corte, después de Angelique. Volvemos al mundo clásico con Venus y Siren (quizás la canción con el estribillo más bello del disco, con una Liv Kristine que sobrevuela la nostalgia y melancolía de la sirena). El personaje histórico de la controvertida Poppea hace acto de presencia también el disco para encontrar por fin el corte 8 dedicado a las adoradoras del dios Baco (Dios del Vino) que entre muchos de sus actos está el destrozar a Orfeo cuando éste las rechazo por ser fiel a su malograda amada Eurídice. El bonus track del álbum "Virago" hace referencias a las mujeres guerreras de los tiempos clásicos.

Por tanto, un gran álbum del que quiero haceros partícipes.



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