jueves, 25 de noviembre de 2010

La pintura románica: aspectos generales.

Hoy, enseñando a mis alumnos de 2º ESO el arte románico, como perteneciente al tema del Feudalismo,volví a asombrarme por el interés que puede suscitar un arte tan lejano en el tiempo como el románico en el alumnado. Quizás sea porque no están acostumbrados a la imperfección y a la falta de detalles que se respira en él, o bien, porque ven rasgos que pueden parecerse a los primeros dibujos infantiles que ellos hacían. Lo importante en todo caso era emplear esto que os comento y canalizarlo hacia mi interés, que era hacerles sensibles al arte románico a través especialmente de la pintura.

Para comprender el contexto general del arte románico, visitad este artículo mío.

La idea es lo importante.

La pintura románica se basa especialmente en un desprecio claro por las formas y la realidad. El detalle, la rigurosidad en las proporciones, la belleza o el realismo no son fundamentales.Es más ,son accesorios que por su falta de utilidad, no se emplean a menudo, ya que el objetivo principal de la plástica románica es el sentido trascendente, la idea a la que se encuentra subyugada la imagen. Es decir, por poner un ejemplo, para el artista románico, es fundamental la idea de la majestad y el rigor del Pantócrator (Dios Juez) antes que representar con rasgos precisos la efigie de Dios.Si el espectador recibe el mensaje de la terrible ira de Dios, se ha cumplido la misión de la pintura, que al igual que la escultura de aquellos tiempos, tenía una función didáctica.

El cuerpo es el pecado.

Esto entronca con la tradición judeocristiana de tratar el cuerpo como fuente de pecados y buscar en la pureza de las ideas las virtudes del ser humano. La plástica románica rehuye de la representación realista de las figuras. Los cuerpos se ocultan tras espesos ropajes monocromáticos, desdibujando las formas corporales y dando lugar a expresiones y gestos corporales antinaturales. Es decir, podemos encontrar piernas mucho más cortas que los brazos, manos extremadamente grandes para las proporciones físicas de su propietario, brazos que se doblan aproximadamente a la altura del húmero simulando la existencia de un codo...
Por otra parte, la expresividad de las figuras obedecen a una seriedad hierática. En la iconografía de la Virgen Theotocos podemos comprobar la falta de relación entre Madre e Hijo. No existen detalles que delaten una proximidad de amor filial y materno, las figuras son representadas de manera frontal y no tienen contacto entre sí. Todo lo contrario de lo que se verá tiempo después en las manifestaciones pictóricas y escultóricas del Gótico. Colores planos.
En consonancia con lo anterior, el color es tratado por el artista románico como un instrumento más.La mayor parte de los colores se basan en gamas cromáticas terrosas o rojizas, y se plantean en planos de color de fuerte geometrismo. Aspectos como la veladura, las transiciones del color en función de la incidencia de la luz o la sensación de profundidad no son tratados de manera delicada. Si es necesario representar un doblez en un vestido, el artista románico procederá a marcar con un triángulo de un color más oscuro la porción de la tela que sea necesario para conseguir el efecto.

Delineado.
Para diferenciar los colores, debido a la carencia de gradaciones en el color y por tanto, a la división de calidades entre sí, el artista románico tenía que señalar con color negro el trazo que dibujaba el objeto. Así, podemos decir que los planos de color aparecen enmarcados en una gruesa línea negra que les da un sentido óptico para el espectador.

Esquematismo.
Es evidente que no se buscaba en el arte románico la profusión de detalles o el preciosismo. Así que el esquematismo, junto al empleo de formas geométricas, buscaban eliminar aspectos que pudiesen distraer al espectador de lo fundamental, de la idea que se quería transmitir. Sólo se presentarán detalles que puedan reforzar la idea trascendente. Por ejemplo, al Pantócrator, generalmente, se le practicarán líneas en el ceño que refuerce la sensación de enfado y aumentar su aura de ira justiciera.

Temática.
La temática de la pintura románica es eminentemente religiosa. Su función didáctica obligaba a ello, por lo que las representaciones de la Virgen y el Niño y de Dios Juez Pantócrator eran habituales junto a otras que ilustraban pasajes de la Biblia. También se representaban escenas de la vida diaria de aquel tiempo.En la cripta de San Isidoro de León podemos encontrar una panorámica visual de cómo era la vida del campesinado de la época, muy ligada al ritmo estacional y al de las cosechas.

Materiales.
La pintura románica tuvo en la pintura mural un medio de desarrollo muy habitual. El empleo del fresco, mediante la aplicación de varias capas previas de revoco de diversa naturaleza sobre la que se empleaba rápidamente los pigmentos, permitió la decoración de los muros de las iglesias románicas, especialmente, en los ábsides y absidiolos. Así, el Cristo Pantócrator del ábside de San Clemente de Tahull fue realizado en el ábside del templo de esta manera. En un próximo artículo abordaremos de manera más detenida esta última obra, para ilustrar y profundizar aún más mediante un buen ejemplo en las características generales de la plástica románica.

Las dos primeras fotografías de este artículo fueron realizadas por JAB en San Baudelio de Berlanga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Antonio.
Me dado mucha alegría ver el artículo del románico que recuerdos!!!!!Con lo que me gusto este tema.
Me gusta ver tu blog....porque siempre se aprende algo nuevo.
Un saludo.
Ahinoa.

Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...

Hola, Ainhoa! ¿Qué tal?

Muchas gracias por tu comentario. Sí, recuerdo que os gustaba mucho el Románico, especialmente en aquella tierra vuestra, con viento, nieve y frío alrededor mientras en aquella aula de música, compartíamos el calor del Arte.

Un beso, futura profesora!

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