viernes, 13 de agosto de 2010

Cine y propaganda: Rambo (1985) Segunda parte.


En esta nueva entrega de Rambo, realizada a partir del éxito de la primera, Rambo es enviado de nuevo a Vietnam para recuperar a los soldados americanos hechos presos desde el conflicto en lugares recónditos de la selva ( los conocidos como P.O.W ). Según dice el propio trailer de la película, Rambo II aborda una misión militar de rescate de prisioneros que nunca antes ningún otro filme había hecho antes. En palabras de Sylvester Stallone, guionista y actor de la película, su intención era retratar en Rambo un sector de la conciencia americana. Richard Crennan, el actor que encarna al Coronel Trauman, expresaba que esta película fue hecha con la intención de que se consiguiera que el público aplaudiera de alegría al ver que los americanos prisioneros eran liberados.

¿Cuál fue el impacto de la primera parte de Rambo en el público americano?. Si nos atenemos a un testimonio de un joven terminal de cáncer, que decidió vivir sus últimos días como Rambo, podemos pensar que tuvo que ser importante ( aunque claro está, este testimonio hay que tomarlo con muchísima cautela, pues no deja de ser algo puramente publicitario ). Rambo es, por tanto, el nuevo héroe americano. Tan impresionante, que el joven antes citado, Sean Baker, se “ salvó “ de la muerte gracias al ejemplo de Rambo. Sería necesario también analizar la figura de Rambo como santo....

En esta ocasión, Rambo se encuentra ante otro dilema moral al puro estilo del héroe americano: su misión no es rescatar a los prisioneros americanos, sino fotografiar la existencia de los campos de concentración para intervenciones militares posteriores. Para ello, Rambo contará con todo la tecnología americana, pero en otro detalle de heroísmo, el protagonista desdeña su uso adheriéndose a la antigua usanza. A lo largo de la película, a la pregunta de qué le trae suerte a Rambo, éste responde enseñando su tremendo cuchillo de combate.

En la primera parte, Rambo mostraba la lucha entre el veterano de guerra y su vuelta a su país natal convertido en enemigo suyo. Ahora, en esta nueva entrega, se denuncia la desidia política para satisfacer las necesidades de la población, y el poco interés gubernamental e institucional para que esta verdad se conociese. Todo esto para mejorar la posición del militar, abnegado por la Patria y la justicia, frente al entramado burocrático insensible y frío.

Mientras intenta salvar a los prisioneros, Rambo cae preso y es torturado en el campamento vietnamita, al que llega un helicóptero soviético. Esto es algo interesante, por cuanto ya Vietnam se había establecido como un comunismo aparte de cualquier tipo de influencia externa, y si hubiera sido por alguna, seguramente, habría sido china, pero no rusa. Podríamos tomar esta escena como una demostración de la guerra de baja intensidad de los dos bloques, en conflictos aislados en países del Tercer Mundo sin ningún tipo de implicación a grandes niveles. Los soldados vietnamitas ante el comandante ruso se muestran temerosos, dúctiles y serviles, mostrando una inferioridad voluntaria que casi roza en el racismo.


Llegados nuevamente a otra tortura, ejecutada ahora por los rusos, es interesante el diálogo. El comandante ruso dice lo siguiente: “ Sé que estabas intentando liberar a criminales de guerra, retenidos por esta República. “. La pregunta es qué tiene que opinar un militar soviético sobre un conflicto alejado de la URSS y en el que su país nada tuvo que ver.

Al final de la película, con la misión cumplida, Rambo sentencia con una frase que recomienda al político que siga buscando a los presos americanos en Vietnam, bajo amenaza de volver a por él. Pero no es ésta la sentencia final. Como en la anterior parte, la película concluye con otro diálogo moralizador. El coronel Trauman pide a Rambo que vuelva con las fuerzas especiales. Rambo se niega. Trauman le dice “ La guerra pudo ser un maldito error, pero no odies a tu país por ello “. Interesante frase publicitaria. Pero mejor aún es la patriótica respuesta de Rambo: “ ¿ Odiarlo ?. Moriría por él. “. Richard Crennan le pregunta entonces qué quiere. Y ahora la frase de Rambo es sinceramente genial: “ Yo quiero lo que ellos quieren y lo que cualquier otro que viniese aquí a dejarse las tripas y a dar todo lo que tiene, quiere que su país lo quiera tanto como nosotros lo queremos. Eso es lo que quiero “. Más claro, el agua.

En resumen, esta película posee menos contenido que la primera parte, pero posee más acción y propaganda. Quizás esto es debido a que la película ya era un fenómeno popular, y que precisamente, lo que interesaba era mostrar unas tramas menos elaboradas a favor de conseguir más dinamismo. Como ya indicamos previamente, esto se ve claramente como una intencionalidad política en el uso del cine.

1 comentario:

Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...

Saludos, Rc.

Muchas gracias por su comentario, y espero que en las próximas ocasiones que escriba mantenga el listón para que este blog le siga resultando atractivo.

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