Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista y utilitaria.
Esta declaración de principios que quizás podría escandalizarnos hoy día (si es que algo ya nos puede escandalizar en estos tiempos) no es producto de un artista contemporáneo en una "performance" o un slogan publicitario. Es un fragmento del Manifiesto Futurista de Filippo Tomasso Marineti, poeta y fundador del Futurismo, una nueva corriente intelectual que sacudirá Europa justo antes de que se desatase la Primera Guerra Mundial, y que se diversificará a través de varias disciplinas, quedando un legado importante sobre todo en el Arte. Un controvertido legado, sacudido de polémicas, flirteos con el primer fascismo de Benito Mussolini, elogios a la guerra y repleto de desafíos a la tradición y la cultura europeas hasta el siglo XX nos espera.
Características generales del Futurismo.
a) Fascinación por el movimiento: el siglo XX supuso la consagración de la tecnología, la industria y el desarrollo material que hoy en día conocemos. Los primeros coches de fines del siglo XIX (como el modelo T de Ford) han experimentado un gran avance y en las calles de las ciudades podemos encontrar cada vez un mayor número de esta forma de transporte. Los ferrocarriles y sus vías férreas son todavía el mejor medio de transporte de largas distancias existente. Ambos, el coche y el ferrocarril, basaron su éxito en una máxima que repito a menudo a mis alumnos: más más en menos menos (más rápido, más producción, con menos tiempo, menos costes). ¿Cómo se consigue eso? Con la velocidad. La velocidad trajo consigo una nueva manera de percibir la vida, haciéndola más rauda y menos dada a la reflexión y a la contemplación. Es por esto, que sobre todo en el campo artístico, el autor futurista busque el movimiento más que la forma, el dibujo, el color u otros elementos artísticos.
b) Rupturismo con lo anterior: el arte griego, la monumental Venecia... fueron objetivo de las iras (tanto teóricas como en algunos casos prácticas) de los futuristas. En un tiempo como el siglo XX, ese arte no aporta nada, no tiene nada que ver con la realidad existente y es un lastre que ancla el desarrollo y el progreso con conceptos anquilosados. Es por tanto en este caso el Futurismo un pensamiento revolucionario.
c) Gusto por la maquinaria: la maquinaria es fundamental, y para un artista futurista, un automóvil es la obra de arte perfecta, pues es el cúlmen de la tecnología, el conocimiento científico y los tiempos modernos.
d) Elogio de valores jóvenes: la acción y el vértigo de ésta, la música, la cultura de la sociedad de masas... son valores que encajan a la perfección con la de una nueva juventud que Marinetti se siente identificado y propugna que hay que perseguir. El carácter del poeta italiano era radical y provocador, en ocasiones generando problemas y altercados por dicho carácter. Habitualmente, los futuristas se reunían en las Veladas Futuristas, en la que artistas y profesionales de diferentes disciplinas se reunían para avanzar los presupuestos futuristas.
e) Nueva plástica y lenguaje artístico: Derivando desde el Cubismo, el Futurismo busca el desarrollo de un lenguaje que sirva para estudiar y controlar el movimiento de las figuras, creando nuevas formas o bien, empleando otras anteriores. Aunque analizaremos a varios autores en el segundo artículo dedicado al Futurismo, citemos por ejemplo a Giacomo Balla y su "Niña Corriendo por el Balcón", en el que la figura de la niña se limita a manchas de color en forma de puntos que mediante una lectura impresionista de la obra, muestra una escena en movimiento. Sin embargo, Umberto Boccioni en "El Futbolista" trabaja mediante técnicas cercanas al cubismo el movimiento de un futbolista corriendo a punto de disparar.
En el próximo artículo, trabajaremos en mayor profundidad a los autores más importantes y analizaremos la vida de este movimiento intelectual de principios del siglo XX.
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