jueves, 30 de julio de 2009

Francis Bacon y el Neofigurativismo.

El Expresionismo, como ya analizamos en un artículo anterior, consistió en un nuevo posicionamiento del artista frente a la obra, puesto que en el lienzo, el pintor renunciará a las formas figurativas que habían sido las dominantes en gran parte del arte occidental abogando por el empleo de nuevas fórmulas artísticas conducentes a un objetivo: la expresión del sentimiento y el estado de ánimo del artista, alejándose de la realidad empírica a la que nosotros estamos acostumbrados. De este estilo artístico descollaron nombres como Kandinsky o Pollock, aparte de Mondrian, Tápies o Ernst.

Sin embargo, todo llega a su final, y cuando el Expresionismo abstracto dio todo lo que podía de si, comenzaron a surgir nuevas propuestas interesantes. Una de ellas consistió precisamente en algo tan habitual en la Historia: la reacción a lo anterior, ya sea de una manera violenta o más gradual. En el caso que nos ocupa, aparece el Neofigurativismo, consistente en la recuperación del lenguaje figurativo pero sin renunciar por completo a algunos postulados del Expresionismo, ya que se emplea un lenguaje pictórico rico en interpretaciones y que incita al espectador a involucrarse en la pintura más allá de lo formal que se pueda contemplar en ella.

En este caso, hoy nos ocuparemos de Francis Bacon. Analizaremos por encima su vida. Sé que hay algunos autores que detestan el uso de la contextualización de los artistas para explicar sus obras, pero no olvidéis que este blog es didáctico y es más fácil la comprensión de Bacon si antes podemos ver su pasado. La niñez de Bacon fue difícil, aquejado de asma, lo cual le complicó mucho su vida académica. Ese carácter enfermizo que afectó a su vida cotidiana, junto a una sexualidad reprimida, le fueron conduciendo a una configuración de su arte que con el paso de los años, daría como resultado ambientes claustrofóbicos sin espacios, pesimismo, tendencias a lo retorcido y más oculto del ser humano y al retrato de las caras ocultas de la misma existencia. Todo esto lo vamos a comprobar mediante el estudio de algunas de sus obras más relevantes. Pero todo a su tiempo.

Expulsado de casa por su homosexualidad, la juventud de Bacon transcurrió en Alemania por un tiempo, pero definitivamente, será en Francia donde se establezca. Allí entra en contacto con artistas y se dedica a la decoración de interiores. Durante la década de los 30, Bacon retomará y abandonará varias veces los pinceles, desalentado por la crítica de su trabajo y la falta de éxito de éste en las exposiciones que tomaba parte. En 1944, sus esfuerzos se verán recompensados por la polémica de Tres Estudios para figuras en la base de una Crucifixión, y a partir de ese momento, desarrollará una vida intensa que le traerá amor (muchas veces tormentoso), éxito y reconocimiento por diversas instituciones artísticas. Finalmente, en 1992, Bacon muere en Madrid de un problema cardíaco.

¿Cuáles serían las características generales de Francis Bacon?. Vamos a intentar clasificarlas si es posible, aunque sea un poco simplista.
a) Las influencias de Goya, Velázquez, Van Gogh, El Greco o los expresionistas alemanes son muy visibles. Ya sea desde el ondulamiento de las pinceladas al estilo de Van Gogh o las atmósferas grises y oscuras parecidas a la de Kokochka, lo cierto es que para este artista irlandés el estudio de las obras anteriores de otros artistas no era una cuestión baladí. Me gustaría hacer hincapié en el empleo de una técnica de granulado del color que ya fue usada por Goya tiempo atrás en su serie de Pinturas Negras para lograr un mayor impacto visual y emocional del espectador. Lo que todo esto quiere decir es que lejos de despreciar lo hecho en siglos posteriores, Bacon absorbe lo que más le interesa y lo adapta a su visión de la obra en sí misma y lo que necesita en el momento. Por ejemplo, la estética de la crucifixión fue muy atractiva para el artista de tal manera que era habitual verle recurrir cada cierto tiempo a ella. El mismo Bacon justificaba esto a pesar de ser ateo en el hecho de que la crucifixión es un gesto que pone una tensión especial en la vivencia del ser humano y eso es lo que él buscaba en concreto.
b) Para Bacon, estar frente al lienzo era un duelo. Quizás de ello se derive el conflicto interno que sus obras traslucen por medio de sensaciones de dolor, angustia y tensión.
d) Desintegración de las formas para una reconstrucción deformada de éstas: podemos intuir las figuras, pero en realidad, no son más que trozos deshilachados o fuertemente contorsionados sobre sí que se asemejan en la mente del espectador a las sensaciones que éste mismo percibe.
e) Alejamiento del racionalismo y la lógica: para Bacon, la pintura es arte en sí misma y no precisamente por el reflejo de una realidad existente, sino porque es el camino o vínculo hacia una impresión de sentimiento o sensación. Como dije anteriormente, ya os comenté que el Expresionismo abstracto, aunque agotado, tuvo un fuerte impacto por su legado en los estilos posteriores.
f) El Terror es una parte fundamental de la obra de este artista. Muchas veces las obras están insertas en espacios atemporales reflejados en el lienzo por medio de un solo color (naranja, rojo o negro) que aumenta la inquietud del espectador. Esa inquietud suele ir en aumento cuando las figuras representadas de una forma u otra expresan un dinamismo que no se corresponde con nada real ni transcurre en ninguna localización real. En el caso de Pintura 1946, detalles como los trozos de carne descuartizados, el empleo de tonalidades amenazantes o la dentadura firmemente cerrada del primer plano justifican esto.
g) Repetición de elementos en sus obras:
g.1) Formas Cúbicas: como ya podremos ver, muchas obras de Bacon se encuentran insertas en su interior dentro de varías líneas que al entrecruzarse, conforman cuerpos geométricos. En principio, podríamos decir que sería un elemento pictórico más al servicio de la obra, pero no es así. El mismo Bacon comentó que simplemente, servía para encuadrar lo más relevante.
g.2) Estructuras metálicas: que no tienen mayor importancia que la de apoyar y mantener la figura. Este recurso lo vamos a encontrar en Sin Título (Desnudo agachado sobre la barra) de 1952, pero también en Pintura 1946.
g.3) Cortinas de color: otro aspecto llamativo será que Bacon en ocasiones emplea o extiende una cortina de color sobre las figuras retratadas, empleando tonalidades azules o verdes. En el caso de Sin Título (Desnudo Agachado) de 1950 o Estudio del Retrato del papa Inocencio X de Velázquez, de 1953.


Analizaremos el tríptico de 1944 titulado como Tres Estudios para la figuras en la base de una Crucifixión, obra que le dio el espaldarazo definitivo que apuntaló su fama previa. Podríamos referir esta obra a su contexto histórico en el hecho de que la Europa de 1944 es una Europa sacudida por una guerra tan brutal que ha cuestionado y conmocionado su propia conciencia. Sin embargo, no debemos olvidar que Bacon sitúa su obra siempre en un halo atemporal, pues para él, esa dimensión no tiene especial significado en su trabajo. Son tres tableros que se dispondrían en exposición a modo de tríptico y que a continuación, analizaremos. Por un lado, el fondo se encuentra realizado en una fuerte color naranja sólido, que se encuentra redistribuido de alguna manera por líneas negras que parecen delimitar un espacio que no es real y que están enfocadas a resaltar el objeto. Quizás me equivoque en esto último: no es el objeto lo que Bacon quiere resaltar, sino la angustia y el terror de lo que expone. Encontramos unos cuerpos contorsionados, retratados con colores duros, rocosos, pro que en algunas tonalidades llegan a ser cercanos a una gran plasticidad como piel. Esos cuerpos tienen algo en común: una boca abierta que grita. Ese detalle es lo que más interesa: el terror, al que estamos sujetos todos los seres humanos. Es algo primitivo, que todos nosotros llevamos en nuestro interior. Otro aspecto interesante es que este trabajo suscita también algo de repulsa y disgusto en primera instancia al observador. No busquéis similitudes con el mundo real, ni paralelismos animales o humanos. Quedaos con la sensación.


La mutilación es un aspecto obsesivo para Bacon. En Pintura 1946 encontramos una crucifixión. ¿Dónde?. Solamente fijaos en la manera en que el cuadro crece desde abajo hacia arriba, ganando volúmenes conforme van apareciendo cuerpos distribuidos de manera caótica. En la parte inferior, un intento de paisajismo conlleva poco a poco al desarrollo de una estructura metálica que envuelve un cuerpo sepultado en tonalidades negras, que realzan lo que podría ser medio rostro inferior en el que destaca una mandíbula cerrada. Sin embargo, centra fuerza expresiva el empleo de trozos de carne colgadas o clavadas que mediante el uso de colores rojos, blancos y azulados imprime dramatismo a la composición. Precisamente, el hecho de que la mutilación sea un elemento tan recurrente va a hacer que algunas personas considerasen las obras de Bacon un espectáculo degradante. ¿Quizás logró el artista su objetivo? ¿No es el arte una forma de provocación?

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