Nacido en el seno de una familia humilde (padre dueño de una tienda de loza y madre modista), el artista que os presento será uno de los grandes innovadores de la música de fines del siglo XIX y principios del XX: Claude Debussy.
Todo parecía indicar que este compositor no conseguiría lograr nada debido a sus orígenes populares, complicados aún más con el arresto de su padre durante la Comuna de Paris de 1871. Gracias a Emmanuel Chabrier, pudo acceder al Conservatorio de París, dando muestras de ser un gran pianista. Más tarde, ganó el Premio de Roma de piano en 1884, logran así el cacceso a dos años de estudios musicales en la capital de Italia.
Sin embargo, el joven Debussy añoraba el ambiente bohemio y cosmpolita de París, por lo que eran frecuentes sus viajes a París cada año. En una de esas visitas, asistió a un concierto de música oceánica de Java, donde cayó rendido ante la música no diatónica y pentatónica de Java, a la que añadió sus conocimiento de la obra de Wagner. A partir de ese momento, la obra de Debussy será un legado excelente de nueva música, de una música impresionista en la que lo importante no es la composición en su arquitectura musical, o por otra parte, la melodía como en el Romanticismo. Se juega con retazos de color, de la misma manera que el pintor impresionista con los trozos deshilachados que presentados al ojo humano configuran formas a una distancia concreta.
Sus obras más célebres serán Claro de Luna, Réverie, La Mer... También podemos encontrar muchos matices en sus composiciones que nos pueden recordar a las formas musicales del Extremo Oriente (como Japón y China), coincidentes con el fuerte impacto que supuso el descubrimiento del arte cerámico chino tras los conflictos del Opio en las colonias chinas de las potencias occidentales.
El 25 de Marzo de 1918, Debussy morirá de cáncer mientras París era bombardeada. Para siempre quedará su virtuosismo, que le llegó a realizar algunas de las partituras más complejas del piano (su instrumento favorito). Como anécodta, comentaros que con este instrumento tuvo una relación difícil, pues era normal que lo golpease enfurecido cuando él le pedía mucho más a lo que el piano podía ofrecerle por su diseño y características propias. Hoy día, los grandes concertistas de piano reconocen la importancia de Debussy, las dificultades técnicas de sus composiciones. Como otro apunte interesante, el Don Manuel de Falla compuso una obra de guitarra homenaje a Debussy.
1 comentario:
me gustaria que en clase de etica dieras temas de skins y de mafias en general gracias
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