El Arte Románico. Introducción.

Esta semana que viene entraremos en el mundo románico, iniciando así la saga de seis temas que nos llevará lo que queda de trimestre y el próximo, referidos a los estilos artísticos europeos (medievales con el románico y el gótico, Renacimiento y Barroco, en sus generalidades y referidos a España). A vuestra derecha, "Maiestas Domini con Tetramorfos", en el ábside de la iglesia de San Vicente de Tahull.

¿Qué es el Románico? En un principio, se pensó que este estilo artístico procedía de Roma, debido a algunas similitudes estructurales en los edificios de la Alta Edad Media y otros de la época bajo imperial romana. Sin embargo, esto no es así, ya que los estudios realizados por especialistas indican que comparativamente, los monumentos y obras arquitectónicas llegadas a nosotros desde entonces representan un bajo porcentaje. El Arte Románico fue obra simultánea en diferentes países, como Alemania, Italia, Francia y España, por lo que no tiene una autoría nacional concreta. Es muy complicado definir el románico por características que sean comunes a todos los países, y aunque hay algunos patrones que se repiten (en la arquitectura, pintura y escultura), conviene precisar que dentro de las influencias del Arte Románico podemos observar no solamente arte romano, sino otras como el paleocristiano, el bizantino, carolingio, otoniano o incluso islámico (esto último sobre todo en el caso español y el arte románico-mudéjar sirviendo como ejemplo). La ilustración es una imagen del "Beato de Liébana", manuscrito iluminado con miniaturas que comenta el Apocalipsis.

El contexto histórico al que se refiere es el de la sociedad del año 1000 y el ambiente apocalíptico en el que se vio inmersa Europa por entonces. Según las Sagradas Escrituras, mil años después de la muerte de Cristo, Satán volvería a reinar en la Tierra y sería el final de los tiempos. Ese sentimiento pesará como una losa sobre la conciencia de los hombres medievales, condicionando su percepción de la realidad, y evidentemente, teniendo una influencia indudable en su concepción del arte. Posteriormente a estos tiempos, fines del siglo XI, el triunfo de la Iglesia Católica mediante la expansión de las órdenes monacales tales como Cluny (monjes negros), los Cartujos de San Bruno o los cistercienses (monjes blancos) con su abad San Bernardo de Claravall, o las Cruzadas, permitirán el desarrollo del románico hasta que finalmente sea engullido por su sucesor: el Arte Gótico. Sin embargo, la importancia de la expansión monástica no quiere decir que la creación arquitectónica del románico sea fundamentalmente monástica, ya que existen edificaciones defensivas como castillos o fortalezas que siguen la inspiración románica. La imagen que podéis observar es el interior de la bóveda de Santa Maria de Vézelay.