
EL PROTAGONISMO DE NAVARRA.
A principios del siglo XI, el monarca navarro Sancho III obtuvo una importancia capital para entender por un lado, la culminación del desarrollo de los diferentes reinos cristianos hasta entonces, y por otro, explicar el origen de la deriva de los reinos de Castilla y Aragón, ejes fundamentales de la Reconquista. Durante su reinado, comprendido entre 1005 d.C y 1035 d.C, el soberano navarro logró anexionarse Castilla y ocupar la cidad de León, llevando la influencia de Navarra incluso hasta Ribagorza. Esa tarea de organización de sus diferentes posesiones a través de vínculos vasalláticos consumió prácticamente el reinado de Sancho III, quien se desentendió en cierta medida de la política exterior con Al-Andalus. Además, la introducción del rito cluniacense diferente al ritual litúrgico hispano tradicional le consagró como el primer rey europeo que adoptó dicho rito. La labor de Sancho III fue vital para la consolidación del Camino de Santiago como vía de peregrinación que vertebró la Europa medieval que hoy conocemos. A su muerte, Castilla quedó como reino independiente bajo el mandato de Fernando I, mientras que Aragón estuvo bajo el mandato de Ramiro I.
LOS REINOS INDEPENDIENTES: CASTILLA Y LEÓN.
Llegamos así a la existencia de los dos motores principales de la Reconquista peninsular. Navarra, por su enclave geográfico, vería su papel reconquistador reducido drásticamente hasta desaparecer, pues el avance y el ensanche de las fronteras de Castilla y Aragón cerraron su posible avance hacia el sur por el valle del Ebro. Esto obligó a Navarra a concentrarse en asuntos ultrapirenaicos, siendo habitual en las disputas territoriales entre Francia e Inglaterra mucho más adelante.

Mientras tanto, en el caso de Aragón, Ramiro I retomó las campañas militares encaminadas a la Reconquista del Valle del Ebro, mientras que en los condados catalanes Borrell II tiempo atrás había conseguido la ruptura de los catalanes con los francos. Sin embargo, durante el siglo XI, los avances por el Ebro no obtuvieron grandes resultados. No sería hasta el siglo XII cuando Alfonso I El Batallador tomase la ciudad de Zaragoza en el año 1118 y ocupase Tudela y Tarazona.
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Sello de Alfonso III de Portugal. Se puede leer "Alfonso Hijo del Rey de Portugal conde de Bolonia". |
Alfonso VI, entre sus títulos, ostentaba ser rey de Galicia. Conforme la reconquista progresaba hacia el sur, cedió el condado de Portugal a su hija Teresa casada con Enrique de Borgoña. El hijo de esta unión, Alfonso Henrríquez, alcanzaría el trono y conseguiría la victoria frente a los almorávides en la batalla de Ourique en 1139 d.C. Con la puesta del trono portugués bajo el auspicio pontificio, el condado portugués se convertiría en el reino de Portugal con Alfonso Henrríquez como primer monarca portugués.
CASTILLA.
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