domingo, 17 de julio de 2011

Juan Diego Caballero, profesor de profesores, amigo mío.

Iba a llamarte como de costumbre cada quince días, el lunes siguiente para estar al tanto de tu estado. Volvía a casa cuando allí, mi padre, me informó de la mala noticia, ya que vio el comunicado oficial del IES Néstor Almendros en el que se anunciaba tu fallecimiento.

No podía hacer nada, al igual que decir. Era un hecho constatable, una realidad, durísima, y cualquier cosa que pudiese interponer ante ello, era fútil. Simplemente, habías dejado esta vida y te habías marchado. Recordé tus palabras últimas que me dijiste por el teléfono, la última cerveza que nos tomamos hace un año antes de esta pesadilla, el honor de llevarte a tu casa en mi coche y que me dijeses que era "un yuppie", tus clases en el CAP hace cinco años y cómo apostaste por mi como futuro profesor en la convocatoria del 2006, nuestras charlas sobre la situación de la convocatoria de oposiciones del año pasado, mi invitación a mi casa para tomarnos algo, al igual que la tuya a tu casa hacía seis meses...Todo en segundos, pasando como una película confusa y desdibujada, mientras mi cerebro decía a mi lado animal que no había nada que hacer y que había que asumirlo.

Hace poco menos de un año te envié mi nueva programación de 1º ESO para tu supervisión, y la respuesta fue el inicio de esta odisea funesta que se ha saldado con tu viaje atravesando la laguna Estigia. Confiaba en que algún día podríamos sentarnos y que me dijeses en qué podía mejorar. En hacerme mejor profesor con tus consejos, en intentar ser como tú. Me quedo en la confianza de que en nuestra última charla me comentaste que yo iba cumpliendo los plazos como tú con mi edad, y que llegaría lejos. Sin embargo, hoy, me siento dolido, no tengo nada en mi corazón, y me encuentro desorientado.

Ahora oigo tu voz como un eco lejano que resuena en las paredes de mi mente, una y otra vez, mientras escribo estas míseras líneas, profesor. Así era como te llamaba hasta que saqué las oposiciones y me obligaste a llamarte de una vez Juan Diego. Se me agolpan los recuerdos, los siento bullir en mi frente. La imagen de entrar en tu departamento tras mi periplo en Jaén y comentar mi proyecto de ser inspector de Educación, sentados en el Zeniteb. Siempre había deseado que me diese tiempo a pedir el IES Néstor Almendros para trabajar a tu lado antes de tu jubilación. Creo que me hubiese dado tiempo, pero te marchaste antes de tiempo. Si acabo allí, espero desempeñar una labor docente siquiera a la sombra de tu magisterio.

Hace tres semanas, una amiga mía me dijo que la vida se perpetua a través de los genes y ésa es la inmortalidad. Creo que no. La inmortalidad se alcanza en la memoria de los siguientes, y en ese caso, profesor, para mi eres inmortal. Ahora entiendo tantas cosas que sospechaba eran así, y las veo confirmadas, cristalinas, refulgentes y cegadoras, dolorosas, frente a mi. Todos pasamos por esta vida hasta el final de nuestro tiempo.

No seguiré escribiendo más, porque mi autocontrol me lo exige así. No sirven de nada ya la contrición, el dolor, la pena o la angustia. Es un hecho.

Espero que sigamos en contacto, porque hoy me reafirmo. Creo en que debe existir otra vida. Al menos, para las buenas personas como tú.


Y tu corazón estará allí. Mateos 6:21.

Debemos sufrir para liberarnos de nuestro dolor,
¿Puedes ayudarnos a encontrar nuestro camino?
Estarás aquí, estarás en el Paraíso.
Terminaré en este momento para estar contigo.

A través de los océanos del sueño,
Me quedaré junto a ti para estar a tu lado,
estar en el Paraíso.
Solamente quedarse, hijo, solitario en este torbellino,
Libre seas en el torbellino para estar contigo.


21 comentarios:

Pedro de Mingo dijo...

Lamento mucho la pérdida que tanto le aflige.

Reciba un afectuoso abrazo.

Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...

Muchísimas gracias, Pedro.

Ha sido un fin de semana terrible a título personal. La pérdida de Juan Diego no termino de creerla.

Anónimo dijo...

Antonio Miguel, muchas gracias por las palabras tan bonitas que le dedicas a mi padre. Él también hablaba muy bien de ti y con mucho cariño. Estoy segura de que tú también eres un gran profesor y de que a él le hubiera gustado seguir orientándote en tu carrera. Pero a todos nos ha dejado claves para continuar avanzando aun sin él aquí. Si alguna vez necesitas algo (un libro, una programación, lo que sea) ya sabes donde estamos.

Un abrazo de toda la familia,

Marta Caballero

Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...

Publico tu comentario porque aunque tengo medios para ponerme en contacto con vosotros, no quiero aumentar la carga del dolor. Así que por aquí, te puedo responder sin añadir más carga.

Muchísimas gracias poro tus palabras. Creo que tu padre se encargó de orientarme como una guía profesional y ahora seguiré con su recuerdo y su ejemplo en mi mente. Todo fluye, "panta rei" decía Heráclito. Seguiremos adelante, pero todos los que le conocimos ya estamos tocados por ese honor de haberle tratado.

Lo mismo os comento a vosotros. Lo que necesitéis, estoy a vuestra disposición.

Un fuerte abrazo a todos y mi apoyo.

Anónimo dijo...

Con estas palabras me uno al merecidísimo homenaje que haces de tan buen profesor. Yo también tuve la suerte de intercambiar algún correo con él, además de ser seguidora de su blog. Siento mucho la pérdida, pero siempre nos quedará lo que de él aprendimos.
Un abrazo.
Begoña-

Anónimo dijo...

Pues yo también lamento mucho la pérdida del profesor Juan Diego. Este año he hecho el máster MAES aquí, en Sevilla, y precisamente su blog fue para mi un descubrimiento maravilloso, que me ha servido de mucho, y que en seguida se convirtió en uno de mis favoritos. Era sin duda una persona única, se notaba en sus escritos, de una gran sensibilidad y sabia, muy sabia. Me da pena no haber llegado a conocerlo en persona. Me enteré hoy de su muerte, por un mensaje de la red Clio. Sólo puedo ofrecer en su menmoria un abrazo a su familia, y a sus conocidos. Muchas gracias por su generosidad, profesor Juan Diego.

Prado M.

Algargos dijo...
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Negrevernis dijo...
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Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...
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Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...
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Miguel David Herrera Lage dijo...
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Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...
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Empar dijo...
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Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...
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TOMPEREZ dijo...
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Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...
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José Angel dijo...
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Ana María de Pablo Campos dijo...
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Anónimo dijo...
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O blog de Sociais dijo...
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PACO HIDALGO dijo...
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