El arte de Ian Miller.

"Mis imágenes son la materia de los sueños y las apariciones, los temblores que mueven la falda del día. Pensamientos que no son dichos, recuerdos almacenados, traídos para ser aireados y entonces, retorcidos por la fantasía".

Los comienzos de la década de los años 80 del siglo XX fueron difíciles. El mundo asistía a un nuevo recrudecimiento de la Guerra Fría, con la Segunda Crisis de los Misiles de Berlín como inicio de esa tensión renacida entre los bloques. Así mismo, las diferentes economías europeas habían tenido que cambiar sus modelos económicos basados en la economía del Bienestar, y apoyar medidas liberalizadoras, que coinciden con la llegada al poder de figuras conservadoras como Margaret Thatcher en Inglaterra o Ronald Reagan en USA, lo que trajo consigo nuevas tasas de paro y el fin de determinadas políticas sociales que ya no tenían lugar en tiempos de crisis.

En el ámbito del arte, encontramos curiosamente, en unos tiempos de gran dificultad una proliferación artística, sobre todo en el campo de la música, que va a trascender a la sociedad. Algo que ya había sido iniciado por el movimiento hippie, pero en este caso, era al revés. Ahora era la música la que determinaba una nueva acepción sociológica: las tribus urbanas. El primero de ellos, el Punk, que tras unos años cortos de verdadera originalidad e ir en contra del sistema, moriría por su propio carácter y por las contradicciones entre sus postulados originales y la verdad de la realidad, cuando grupos como Siouxsie and The Banshees o los mismos The Clash fueron contratados por grandes discográficas. El Heavy Metal, con la fuerza de grupos como Black Sabbath, Judas Priest (que crearon la estética tópica del cuero y las tachas del movimiento heavy) y Iron Maiden; el Gótico como sucesor existencialista del punk y de marcado carácter apocalíptico; la música techno con grupos como Kraftwerk en la vanguardia de la tecnología fría aplicada a la música...

De todas maneras, la sensación en aquellos momentos en el mundo desarrollado era de estar asistiendo al final de la civilización occidental y del fin de todo en definitiva. El continuo miedo a un desastre nuclear y a los horrores de éste, como las malformaciones, la contaminación medioambiental, las mutaciones, junto al hecho de que un sólo botón pulsado podía acabar con millones de personas en instantes con el uso de las nuevas armas atómicas era suficiente para crear un ambiente propicio para el agobio existencial. Para ello, podríamos citar el lema punk del "No Future" y la existencia de la famosa Generación X.

En este ambiente, comienza a desarrollarse el arte de un ilustrador, cuanto menos, llamativo. De carácter siniestro, tendente a la paranoia y a la opresión del alma, Ian Miller nació en 1946, y realizó sus estudios de arte durante la década de los años 60, hasta que en los años 70, se graduó con honores en el St Martin College Art de Londres en escultura, antes de pasarse a su faceta más conocida: la pintura.

Durante la década de los 70, Ian se ganó la vida como ilustrador profesional y participó en los proyectos del cineasta Ralph Baskhi en la creación de varias películas de animación que hoy son objeto de culto: Hechiceros de la Guerra (Wizards) o El Señor de los Anillos (The Lord of the Rings). Ahí aportó su estilo que analizaremos más adelante.

Ya en los 80, él junto a John Blanche, fueron los ilustradores habituales para la empresa de juegos de miniaturas Games Workshop, que había contratado a ambos artistas para que dieran a sus productos una ambientación gótica y siniestra. Así, veremos que Ian Miller será habitual en la maquetación e ilustración de los libros de GW, como podemos observar "Realms of Chaos". Además, ha realizado muchas más colaboraciones y creado recopilaciones de sus obras como

En la actualidad, podéis visitar la web de Ian Miller y os sorprenderéis de su mundo. Lo que sí es seguro que indiferentes no podréis permanecer.

¿Cómo es el estilo de Ian Miller?. Podemos encontrar en su obra tres apartados.
1)Realizadas en base a un fuerte geometrismo, en el que todo tipo de figura aparece representada en base a cuerpos geométricos, empleando en la mayoría de los casos el blanco y negro, usando los matices para destacar los volúmenes. Son habituales el empleo de materiales como tintas sobre lienzos, con solidez y precisión en los trazos.
2)Montajes y collages realizados con fotografías reales retocadas, situadas en ambientes dibujados y pintados, con difuminaciones y empleo de diversos materiales, desde las tintas, el carboncillo hasta acuarelas o rotuladores.
3)Obras que se remontan a un fuerte expresionismo creado con figuras realizadas mediante técnicas infantiles.


Las temáticas son variadas. Desde ambientes de fantasía como "El Templo de Khorne" o "La Casa de Ctulhu", hasta otros totalmente inspirados en la realidad, en función generalmente del tipo de trabajo encargado, ya que es un ilustrador. Sin embargo, no olvidemos que Ian Miller produce arte para galerías privadas de arte moderno, por lo que hay espacio para las rupturas y las novedades.
El expresionismo y el impacto emocional que crea este autor podrían ser sus características más primordiales, pero a mi juicio, considero que es más bien la inquietud. Cualquiera de sus obras tiene un nervio de desesperación y ambiente opresivo. Hay figuras que observan de manera amenazante al espectador, otras escenas en las que moscas gigantes con aserradas lenguas intentan atravesar un panel mientras seres humanos desesperados observan al espectador mientras gritan de terror... Incluso los trabajos de Ian Miller que emplea técnicas similares a las de los niños guardan ese halo de miedo.

Si queréis ver algo de lo impactante de este autor... observad esto. Su estilo en ocasiones me recuerda a Francis Bacon por la forma de llegar a deformar y dar un aspecto siniestro a escenas en principio que no prometen nada de eso: