miércoles, 1 de octubre de 2008

Un modelo de Comentario de Obra de Arte Escultórica "David" de Miguel Ángel.

IDENTIFICACIÓN.
La obra que se va a analizar es “David” de Miguel Ángel, obra realizada en el siglo XVI o “Cinquecentto” italiano, perteneciente al estilo artístico conocido como Renacimiento. Dicho estilo artístico se encuentra contextualizado en la Italia del siglo XVI, con el triunfo del Humanismo, corriente intelectual que supuso la recuperación de los valores estéticos y vitales de los tiempos clásicos (Grecia y Roma), no sólo desde un punto de vista artístico, sino además, lingüístico (Petrarca, Bocaccio, Dante…) o mismamente, como una forma de ver la vida (antropocentrismo o “el hombre como medida de las cosas”, según Protágoras).

ANÁLISIS FORMAL.
El “David” de Miguel Ángel es una obra de arte escultórica de bulto redondo, exenta, de figura completa.
El material empleado consiste en mármol de Carrara, finamente pulido, conjunto a cincel y martillo. En este punto, debemos señalar que una de las características del trabajo de Miguel Ángel era un magnífico tratamiento de las calidades del material a través de un fino trabajo en el pulido de las superficies de éste. En el caso que nos ocupa, podemos observar cómo a duras penas, podemos distinguir entre piel real o el mismo mármol. Este efecto era buscado por el mismo Miguel Ángel para lograr un mayor realismo de su obra.
La figura permanece de pie, desafiante. Su rostro muestra un fuerte dramatismo, algo propio de las esculturas de Miguel Ángel, conjunto a un trabajo excelente del resto del cuerpo, que resalta esa sensación de fuerza e ira (terribilitá). Ese dramatismo se ve reforzado por la sensación de estatismo que en cualquier momento puede romperse debido a la posición de las manos o la pierna izquierda adelantada. Si observamos, el trabajo de la anatomía por parte del artista es impecable, lo que demuestra sus amplios conocimientos sobre el cuerpo humano. Observemos el cuerpo de David por partes.
a) Torso: recordando a las obras escultóricas de los tiempos clásicos de Grecia (Lisipo, Praxíteles…), podemos observar el leve balanceo de las caderas que conjunto a la disposición de los brazos, da la sensación de que en cualquier momento la figura va a actuar.
b) Piernas: la posición adelantada de la pierna izquierda, conjunto a la forma atrasada de la derecha, demuestra de nuevo un equilibrio a punto de romperse. Especialmente, destacaríamos el conocimiento perfecto de las articulaciones de las rodillas.
c) Brazos: el brazo derecho concluye con una mano crispada de rabia tal y como se puede observar en las venas, mientras que la mano izquierda, que agarra la honda, por su torsión, revela la musculatura del antebrazo.
d) Rostro: aunque su mirada es clásica y recuerda a las obras griegas, hay una sensación de amenaza en su forma de mirar. El trabajo de las calidades del pelo mediante el uso del trépanon dota de un gran realismo a la figura. Además, la figura tiene trabajo ocular (diseñado por el artista para que con la luz, la sombra que proyecte ésta haga parecer que la figura cobra vida contemplando al espectador). Esto último confirma que esta obra estaba orientada para su exposición pública.

ANÁLISIS DE SIGNIFICADO.
Esta obra representa la escena bíblica en la que David se enfrenta a Goliat. Representa la fuerza de la razón y la valentía del joven David, que no teme a su destino y se enfrenta con decisión a su enemigo, al cual contempla con desprecio. El desnudo de David es una muestra clara de una de las características del Renacimiento: la vuelta a los cánones clásicos y a la naturaleza, el naturalismo artístico. Es una continuación de lo conocido en la época clásica, pero con el perfeccionamiento técnico que brilla claramente en la pericia de Miguel Ángel.
Miguel Ángel es considerado uno de los grandes artistas de todos los tiempos. Encarna a la perfección “el artista total”. Abarcó todas las grandes disciplinas tradicionalmente consideradas como Bellas Artes Mayores: arquitectura (Basílica de San Pedro, Escalera de Biblioteca Laurenciana…), pintura (bóveda de la Capilla Sixtina) y escultura (Pietá Vaticana, Moisés, Sepulcro de los Médicis…). Su obra está dotada de un gran dramatismo y repleta de sentimientos.
Sería interesante comentar las enormes diferencias que podemos encontrar entre el David de Donatello y el David de Miguel Ángel. En el caso del primero, observamos a un chico joven, grácil, apenas musculoso y repleto de gracia, que dotado de un sombrero y una espada que no son de la época bíblica, espera a su enemigo con una expresión de gracia y naturalidad. Mientras, en el caso de Miguel Ángel, esto no se puede observar, ya que la obra rebosa de fuerza, crispación dentro de una serenidad a punto de ser rota…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente maravilloso :)

Antonio Miguel Martín Ponce. dijo...

Muchas gracias, Raisah, por tu opinión. Cuando uno ve esculturas como el David de Miguel Ángel, aunque sea uno de los típicos tópicos de la escultórica renacentista, no puede reprimir sentir un escalofrío. Más o menos como el que debió sentir el cascarrabias de Miguel Ángel cuando terminado su Moisés, le dio un golpe con el cincel y le gritó: "¡Habla!".

Blog Archive